Ignacio Larrañaga/ 416 páginas
El hombre que despierta tras su transformación, sabe que al final sólo
Dios vale la pena porque sólo El ofrece cauces a los impulsos
ancestrales y profundos del corazón humano. Tal es la propuesta del
autor cuando nos habla de "El Poverello" de Asís, San Francisco.